Lo de menos es si fue antes el huevo o la gallina. Si tienes piojos o algún miembro de tu familia los ha pillado… hay piojos a tu alrededor, al de tu hijo, en el colegio, en los amigos, en los primos o los vecinos.
Resumiendo: si tienes piojos, alguien te los ha contagiado porque no aparecen por generación espontánea.
Y si le damos la vuelta a esta afirmación y pensamos que ya te has librado de los piojos, pero no has avisado a nadie de que tenías pediculosis… a tu alrededor es posible que siga habiendo piojos y que estos parásitos vuelvan a llegar a tu cabeza o a la de tu familia.
Creemos que la conclusión es fácil en ambos casos. Si a ti te hubieran avisado de que había piojos a tu alrededor, seguramente habrías incrementado tus habituales precauciones para tratar de alejar el contagio. Y si tú hubieras puesto en conocimiento de tus allegados que habías padecido una infestación por piojos, seguramente ellos también habrían eliminado de sus vidas a estos parásitos, alejando de vuestro entorno esta realidad tan presente.
Pero, si en ninguno de los dos casos se cuenta a nadie… es muchísimo más complicado poner punto y final a esta historia que se seguirá alimentando y contagiando siempre que haya alguien que no está realizando un tratamiento o tomando medidas para no verse infestado.
Y como los piojos no se producen por generación espontánea, todos tenemos una gran responsabilidad en este asunto. Y acabar con ello también está en nuestra mano.
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